lunes, 6 de julio de 2015

Pesimismo positivo.

El sábado pasado, a las 03:00 am, esperando al autobús nocturno de regreso a mi hogar, el calor me mantenía despierto y con la mente activa, más aún después de caminar 4 kilómetros en 45 minutos por un Madrid árido y ardiente. Como aún faltaba un rato para que llegara mi calesa comunal, saqué una libreta y un portaminas, y escribí unas breves reflexiones al azar. Tal vez las retome otro día y escriba algo más extenso y pensado:


- Nuestra sociedad está viciada y condenada a morir engullida por su propia complacencia. Somos demasiados, y demasiado idiotas. Sobramos y no sabemos qué hacer con nosotros mismos. Vivimos únicamente por querer ser mejores que los demás, olvidándonos de que somos meras motas en un firmamento conspicuo. 



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